Actualización: este restaurante ha cerrado

El nombre no es atractivo, el local tampoco, la entrada pasa desapercibida y su interior es todo lo contrario a un bar de diseño. Mil veces pasé por delante de este restaurante vegetariano y nunca me llamó la atención, no sabía qué tipo de comida servían porque ni me había fijado en su nombre. Es el Self Naturista, un restaurante self service pero en versión sana y vegetariana.

Un día alguien me contó que aquí se comía estupendamente y a buen precio. ¡Un menú sano por poco dinero y en el centro de Barcelona! Esto hay que apuntárselo a fuego, sobre todo porque la comida está muy rica y es variada, y se escapa de los habituales «buffets sanos» del estilo FresCo o Lactuca, donde los platos tienen, para mi gusto, un sabor «lavado».

En Self Naturista no cuidan la imagen ni la estética del local, pero ni falta que les hace. Aquí la comida tiene sabor, es elaborada y hay una buena variedad en entrantes, platos y postres, todo casero.

El local se parece a un comedor escolar, con su cola de gente esperando para utilizar el microondas y sus mesas impersonales donde la gente se agrupa a modo de pandillas de colegio. Todo es aséptico, frío, de metal, pero los platos hacen olvidar todas estas cosas, además la comida está estupendamente por el precio que pagas.

Tienen menú del día de lunes a viernes que incluye 3 platos (a elegir entre varias opciones) y postre, que dejan satisfecho hasta al más hambriento. Pero con la enorme variedad y los apetitosos platos que pasan ante tus ojos es fácil saltarse el menú del día y pedir platos fuera de menú; sale un poquito más caro pero aún así la relación calidad-precio es excelente.

A pesar de ser un restaurante vegetariano la sección de ensaladas no es muy abundante, se centran más en platos elaborados como la sopa de cebolla, la lasaña vegetariana, los huevos con pisto de verduras, las berenjenas rellenas, etc. Además aparte de los platos del día suelen tener diferentes tortillas, como la siempre tradicional tortilla de patata, la tortilla de espinacas o la de setas y algún que otro revuelto.

También apuestan mucho por los platos al horno, como el arroz con verduras, la calabaza hecha al horno, las patatas asadas o algunos guisos, además de contundentes pizzas vegetales, fideos con verduras y croquetas caseras. Y como curiosidad encontrarás sus particulares platos «de carne», como la hamburguesa de tofu o los vegetales rebozados con forma de escalopa.

La carta de bebidas es extensa y además de las habituales agua, cerveza o refresco tienen una buenísima variedad de zumos naturales hechos por ellos mismos: de piña, de melón, de mezcla de frutas, zumo de zanahoria, de limón, horchata natural o zumo de kefir con naranja, entre otros.

Pero lo más atractivo a la vista son sus postres, el remate goloso a una comida sana. Toda su repostería es casera, el único inconveniente es que los postres más ricos están fuera de menú y ¡es difícil resistirse! Arroz con leche, tarta de manzana, flan con nata, tarta de queso, plum cake, tarta de requesón y menta, manzanas con crema catalana, bavarois de limón y un largo etcétera.

Un sitio para descubrir, tanto para los que son vegetarianos como para los que no lo son. ¡Sólo hace falta una visita para ver que se pueden hacer maravillas con las verduras!

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Selfnaturista

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