Mezclar pulpo á feira y música de DJ, ¿a quién se le ocurriría una cosa semejante? Pues a los del Arume, un restaurante gallego de Barcelona que es de todo menos tradicional. Los chicos gallegos que lo regentan organizan cada cierto tiempo una «pulpada electrónica«, donde sirven a una considerable multitud sus raciones de pulpo y otras tapas caseras. Y lo que podría parecer algo raruno, se convierte en todo un éxito.
Esa originalidad se traslada al día a día de este restaurante «da terra», que sirve una comida de categoría. El Arume es un restaurante gallego que huye de los tópicos, en su carta no cabe lo tradicional, ellos prefieren interpretar los clásicos con su propio estilo.
La cocina gallega suele ser más conocida por la generosidad y la calidad de la materia prima que por la elaboración de los platos. Todos pensamos en esas empanadas o mariscadas interminables, en las que al final de la comida tienes que desabrocharte el botón del pantalón. Pues cambia el chip, porque aquí encontrarás las dos cosas: buena materia prima y platos muy elaborados. Es la gastronomía gallega llevada al siguiente nivel.
Tras los fogones del restaurante Arume está Manuel Núñez, un cocinero gallego que ha ganado en 2015 el premio a la Mejor Tapa de Cataluña. Su obra maestra fue el crocante de pulpo de Muros con espuma de patata, codium y ajada, que ahora se puede disfrutar en el restaurante. Es un plato que tenéis que pedir, y os lo dice una defensora acérrima del pulpo á feira, pero la verdad es que esta forma de cocinar el pulpo es diferente y exquisita.
He ido varias veces al Arume, pero aquí os dejo los excelentes platos que disfrutamos en la última cena. ¿Preparados? Tened a mano el teléfono porque después de leer este post querréis reservar mesa ya.
Antes de empezar nos trajeron una cestita con pan, acompañado de unas aceitunas y una pipeta llena de aceite de oliva virgen. Inmediatamente después llegó el crocante de pulpo de Muros con espuma de patata, codium y ajada, con una presentación asombrosa. Ya veréis que, con lo bien que presentan los platos en el Arume, quedan unas fotos dignas de una revista.
Después de este plato difícil de superar, llegaron los segundos. Yo pedí una corvina salvaje con salsa rabiosa y puerros rellenos de centolla, deliciosa. Iba con otras dos personas, que pidieron lo mismo, el plato de cordero deshuesado y patata rota con almendra, lima y cebolla morada; buenísimo y con una carne tan tierna como pocas veces he probado.
Para terminar esta sublime comilona pedimos dos postres que nos dejaron un muy buen sabor de boca: la cookie de chocolate y avellanas, violetas, mousse de queso y grosellas, y la «torrija de Manuel», una interpretación deliciosa de la torrija de toda la vida creada por el chef del restaurante, Manuel Nuñez.
Impresionante, ¿no? Pues las fotos no hacen justicia al sabor ni a la experiencia. Y si estáis pensando cuánto habrá costado esta comida, os quedareis de una pieza cuando os diga que esta cena, que era para tres personas, nos costó 78 euros. El Arume es un restaurante gallego de los que lo tiene todo, unos platos de categoría a un precio muy asequible.
A pesar de estar en una calle estrecha y discreta, este restaurante gallego escondido en el Raval recibe a gente de cualquier parte del mundo, el boca a boca ha hecho su función y es imposible conseguir mesa sin haber reservado, advertido estás.
Por cierto, el Arume es el hermano del Cera 23, otro restaurante gallego de Barcelona que es de los mismos dueños, y del que ya hablé en otro post. ¡Imprescindibles ambos!
Ya lo leí en su momento, pero ahora me ha apetecido, leeerlo de nuevo.
Salimos muy satisfechos.
Abrazo!!