Pistacho, chocolate negro y gorgonzola con nueces. Son quizá mis tres sabores de helado preferidos, y si una heladería hace bien alguno de ellos es probable que me tenga como clienta fiel. Por eso cuando descubrí que en la heladería Parallelo tenían helado de gorgonzola salí volando de casa sin mirar hacia atrás. ¡Tenía que probarlo!

Al entrar y echar un vistazo rápido a los helados, vi que los sabores eran muy originales y apetecibles: yogur con té matcha, leche con menta, vainilla con frambuesa, chocolate negro con café… Como dicen en su lema, Parallelo es la «dimensión paralela de los helados», no es una heladería normal.

Pero fue en mi segunda visita cuando descubrí lo que hay tras el mostrador de la heladería Parallelo: cuatro encantadores amigos italianos que me invitaron a pasar una mañana con ellos para enseñarme cómo elaboran sus helados 100% artesanales. Y así fue como acabé enamorándome de su mundo «paralelo» de helados… ¡Miradlo en el video!

La historia de la heladería Parallelo

Matteo, Lucca, Marco y Francesco son los alegres propietarios de la heladería Parallelo, un rincón pecaminoso donde los amantes del helado se sentirán como en el cielo.

Llegaron de Italia hace solo un año y hace unos meses crearon este espacio donde su «imaginación heladera» no tiene límites, se atreven con los sabores más insospechados. Sigue leyendo y verás…

Helado de cerveza negra con chocolate, helado de leche con menta, de bizcocho casero, de turrón blando, helado de queso y dátiles, sorbete de almendra con mandarina, sorbete de pistaccio, pasión de mango… Vengas cuando vengas siempre tendrán algún helado nuevo para sorprenderte, porque utilizan muchos ingredientes de temporada.

Una heladería diferente a las demás, porque aquí todo es casero, desde el dulce de leche hasta las cookies que se utilizan para hacer algunos sabores de helado. Matteo, el maestro heladero, me explicó que a diferencia de otras heladerías ellos no compran nada prefabricado y hasta tuestan en su propio horno los pistachos de sus helados.

El local de Parallelo, un mundo paralelo de helados

Una preciosa bicicleta-carrito de helados es la protagonista de la heladería Parallelo. En ella se guardan algunos de sus preciados sorbetes y helados, ocultos bajo unas curiosas tapas de metal brillante.

Pero hay más: en un mostrador a la derecha de la entrada podrás ver otros tantos sabores de helado, cubiertos por tapas transparentes. Y es que dicen que las verdaderas heladerías italianas siempre tienen los helados tapados, para conservarlos mejor.

Si no te apetece un helado de tarrina, fíjate en la nevera que hay tras el mostrador, porque también hacen helados de palo artesanos con cobertura de chocolate. Polos de nata, de pistacho, de limón y jengibre, de avellana, de stracciatella.

¿Cómo se hace el helado? Los secretos de la heladería Parallelo

Los chicos de Parallelo me invitaron a pasar una mañana con ellos para enseñarme cómo hacen sus helados. Unos días antes me habían preguntado qué sabor me gustaría hacer y compraron los ingredientes. Vaya privilegio, ¡un helado elaborado en exclusiva!

Elegí el helado de tomate con albahaca, un sabor que probé en Miami por pura curiosidad, sin esperar nada, y resultó ser delicioso. Nunca pensé que me gustaría un helado de tomate…

Cuando llegué Matteo ya tenía preparados los tomates y la albahaca fresca que utilizaría para crear un helado maravilloso. En esta ocasión hizo la versión de sorbete, sin leche. Un sabor que elaboraba por primera vez, pero yo tenía la confianza de que el resultado iba a ser buenísimo…

Mientras no paraba de preguntarles cosas acerca de la heladería y del mundo de los helados en general, Matteo iba elaborando el helado y Marco hacía una focaccia para acompañar. Por su parte, Lucca atendía a los clientes que, a pesar del frío, no dudaban en entrar en Parallelo para probar sus helados.

Presenciar de principio a fin cómo elaboran el helado fue una experiencia genial. Un proceso totalmente artesanal, donde sólo utilizan ingredientes frescos y miden con precisión las cantidades para encontrar el punto justo de dulzor en cada receta.

Incluso usan un software para calcular y apuntar las proporciones de cada ingrediente, algo que nunca había imaginado y que se utiliza en muy pocas heladerías. Pero ellos, como buenos italianos, si de algo saben es de helado 🙂

En la cocina se respiraba un irresistible olor a pan, a la vez que la máquina heladera iba revolviendo ese sorbete de tomate y albahaca de suave color rosa. Diez minutos en la heladera y listo: con una pala Matteo fue sacando el helado y me dio una pequeña cucharadita para probar: ¡aquello estaba buenísimo!

Si ya me habían gustado sus helados la primera vez, en esta segunda visita confirmé que voy a ser fiel a Parallelo, que ya es para mi de las mejores heladerías de Barcelona.

No hace falta que llegue el buen tiempo para probar sus helados e incluso puedes pedirlos a casa con Deliveroo. Compra una tarrina, pon una película y cúbrete con una mantita en el sofá. ¿Acaso hay un mejor plan para una tarde tranquila?

Parallelo Gelato, la mejor heladería de Barcelona

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