Nunca había ido a una calçotada a una masía, así que la visita a Mas Boronat me hacía especial ilusión. Situada a poco más de una hora de Barcelona, en la localidad de Salomó (Tarragona), es un lugar ideal para desconectar y relajarse del ritmo de la ciudad.
Mas Boronat es una masía de campo catalana que data del siglo XVII, con una impresionante finca de 300 hectáreas a tan sólo 12 km de las playas de la Costa Dorada. Sus instalaciones son como una pequeña ciudad, incluyen un restaurante, un hotel, varias casas que se alquilan para estancias cortas, espacios para bodas y eventos y una impresionante extensión de huerta y viñedos.
Pero si por algo son famosos en la zona es por su especialidad, las calçotadas. Cada año miles de personas se animan a disfrutar de ellas o se quedan un fin de semana completo para disfrutar de la tranquilidad de las montañas y de una buena gastronomía.
Nuestra calçotada en Mas Boronat
Las calçotadas en Mas Boronat son muy especiales y se disfrutan en dos estancias de la masía. En primer lugar sirven el aperitivo en las cavas subterráneas, un sitio impresionante y enorme. Privadas de luz e iluminadas con luces tenues, en las cavas tomamos el aperitivo: fuet en rodajas, olivas negras, olivas verdes y unas avellanas tostadas que estaban riquísimas.
Nos pusimos los baberos y a continuación llegó la teja de calçots, bien hechos a la brasa. Ya había probado calçots antes, pero estos son de los que más me han gustado, eran muy jugosos y con intenso sabor braseado. La salsa romesco que los acompaña es casera, la elaboran en la propia masía, y era una delicia. Por supuesto todo lo acompañamos con vino servido en porrón y agua (no me atreví a beber del porrón para no hacer un desastre…).
La siguiente parte de la calçotada se disfruta en el restaurante, allí nos sirvieron unos platos enormes. Raciones que eran una auténtica salvajada, así que si te animas a visitar Mas Boronat, más vale que vengas con mucha hambre.
Primero llegó esta ensalada completa, acompañada de pan tostado con ajos y tomate de la tierra. Y la butifarra de
pagés con judías salteadas con ajo y perejil, que estaban sabrosísimas. Pero quedaba mucho más…
El plato principal era esta semejante ración de costillas y medianas de cordero con butifarra negra, patatas asadas y
alcachofa a la brasa. ¡El paraíso para los amantes de la carne!
De milagro llegamos a los postres, aunque los pedimos par compartir: una crema catalana casera maravillosa y unas naranjas con miel, que se cultivan también en el propio terreno de la masía. ¡Qué dulce final!
El menú calçotada cuesta 38 € y te aseguro que es baratísimo para la cantidad que sirven y toda la experiencia que montan alrededor de las calçotadas. Además incluye agua, vino blanco y tinto, café o infusión y una copita de cava.
Un auténtico lujazo de calçotada que la próxima vez disfrutaré con una buena panda de amigos. El entorno es espectacular y merece la pena desplazarse para conocerlo. Además tienen una parte de hotel, así que puedes alojarte y reposar la comida, o salir a dar un paseo por los enormes terrenos de Mas Boronat.
Hay que señalar que, aunque parece que estás en la montaña, están a un paso del mar. Hale, ya tienes un planazo para cualquier fin de semana que te apetezca olvidar el tráfico de Barcelona, respirar aire puro y comer muuuy bien.