Quién diría que una masa redonda puede dar para tanto. La pizza es uno de los platos más adorados del mundo y permite dar rienda suelta a la imaginación del chef. Eso es lo que han hecho en Mucho Pizzería, una nueva pizzería de Barcelona donde han puesto todo su ingenio y sabiduría para crear pizzas que no dejan indiferente a nadie.
Sus «pizzas patentadas» son atrevidas pero maravillosas, con combinaciones de sabores muy bien estudiadas. No obstante, detrás de este restaurante están dos grandes de la gastronomía: Jordi Vilà, chef del restaurante Alkimia, y Xevi Ramon, quinta generación de una familia de panaderos y creador de Triticum, una firma que elabora pan para alta gastronomía. Vamos, que saben lo que hacen.
El alegre local de Mucho Pizzería
Amplio y decorado de forma muy alegre, el local de esta pizzería te hace sonreír. Con sus ventanas con minibaldosas de colores y sus plantas en bolas de cristal colgadas por todo el techo y la pared.
Al fondo verás el horno de pizzas, el lugar donde surge la magia que probarás en tu mesa. Al frente de este rincón de harina y calor están dos expertos de Cerdeña, Christofer Frau y Eduardo Potettu. Ellos son los que cada día amasan a mano y hornean las pizzas que se sirven en el restaurante, ya considerado por muchos como una de las mejores pizzerías de Barcelona.
Nuestra experiencia en Mucho Pizzería
La carta de pizzas reúne lo clásico con lo rompedor. Si eres de los que se atreve con todo, prueba una de sus «pizzas patentadas», fórmulas creadas 100% por ellos, o las pizzas New Classic, inspiradas en los clásicos pero con toques propios y creativos.
Y si quieres algo que te deje loco, ve a la parte de Freestyle, donde encontrarás pizzas como el «Roscón veggie» (pizza de verduras en forma de roscón) o el «Gaufre Ibérico», una pizza en forma de gofre elaborado con mozzarella, jamón, panceta, sobrasada, tomate y albahaca.
Pero si eres de los que prefieren lo tradicional, tienes la sección Classic&Tradition, con pizzas como la Margarita, la Napolitana o la Capricciosa. Tú mismo… pero estando donde estás, aquí se ha venido a jugar: atrévete con lo diferente y acertarás.
Esto fue lo que comimos nosotros…
Para empezar pedimos dos entrantes: la cecina de Monte con alcachofas en aceite y ricotta italiano. Un plato maravilloso para los amantes de este embutido, fuerte y oloroso, que contrasta con la suavidad del queso. Una maravilla.
Y por otra parte la ensalada Trocadero, con mix de lechugas, mango de avión, tomates, sardina ahumana y vinagreta de ajo blanco. Fresquita y riquísima, la repetiré la próxima vez.
Después llegó el plato estrella, la pizza. Es muy interesante que ofrecen la opción de pedir pizzas mitad y mitad, para que pruebes dos recetas diferentes, y eso hicimos nosotros. Pedimos mitad de pizza Fungi Lover y mitad de pizza Fiesta Mayor.
La Fungi Lover es una pizza elaborada con mozzarella fior di latte, setas shiitake, panceta ibérica rustida, orégano y albahaca. La pizza Fiesta Mayor es una de sus pizzas patentatas, hecha con mozzarella fior di latte, boloñesa de rustido de pollo a la cazuela, apio en vinagre y escarola.
Como véis, son dos pizzas originales y ya os digo que estaban riquísimas. Sin duda una de las mejores pizzas que hemos probado en Barcelona. Buen relleno y buena masa, ya que están hechas con un fermento de creación propia cuya fermentación de 72 horas la convierte en una masa muy digerible y fina.
De postre, no tuvimos opción de elegir. Paco, el encargado del restaurante, nos dijo que no nos podíamos ir sin probar el tiramisú. Y tenía razón.
Lo elaboran en directo en la mesa, poniendo las capas de bizcocho bañadas en licor y café, el mascarpone, y por último el cacao. El resultado, un tiramisú suave y poco pesado, que nos pareció una delicia. Con el bizcocho bien empapado pero sin enmascarar el sabor del mascarpone. Repetiremos la próxima vez, ¡seguro!