ACTUALIZACIÓN: ESTE RESTAURANTE HA CERRADO
Ahora está de nuevo en casa pero Jordi Breu, natural del barrio de Gràcia, acumula en la mochila grandes experiencias viajeras. Después de vivir siete años en Asia trabando en el sector de la restauración, tiene mucho que contar y qué mejor forma de transmitirlo que a través de la comida. Por eso abrió el Kuai Momos, un restaurante asiático que rezuma las vivencias de todos esos años tan lejos de su hogar.
En este restaurante Jordi ha ido construyendo su propia Asia, llenando cada rincón con detalles y objetos que vienen de muy lejos: fotografías de sus viajes, de gente anónima, de paisajes idílicos, de pueblos perdidos… Es un lugar que respira recuerdos y experiencias, de esas que se adhieren a la piel como un tatuaje de por vida.
Su carta está pensada para compartir y eso es lo mejor que puedes hacer, porque hay mucho para probar. Es de esos restaurantes a los que apetece volver muchas veces para probar todos los platos y eso es lo que os recomiendo.
En la carta hay fotos de cada plato y eso hace que la elección sea aún más difícil, pero os puedo recomendar algunos. Para empezar podéis elegir entre 4 tipos de dumplings diferentes (gambas y verduras, de carne, vegetales o de setas y bambú), la ensalada de fideos de arroz con lima y mariscos o el delicioso tartar de salmón. Aunque dos de los platos que más me sorprendieron fueron las berenjenas a la Shanghai, envueltas en tortillas de maíz y aderezadas con jengibre y ajo (que podéis ver en la foto inferior) y el pollo rebozado en sésamo, que pedí sin mucha confianza, pero estaba sabrosísimo. Además tambén hay sopa de miso, platos de curry con pollo o verduras, etc.
Para continuar no podéis perderos el Pad Thai tailandés, un plato de fideos de arroz salteados, con pollo (o langostinos), vegetales, lima y cacahuete; o el arroz con verduras, setas y huevo. Pero ¡hay más! En la parte de pescados he fichado un pastel de pescado frito, gambas, curry rojo y vegetales que la próxima vez no me iré sin probar, o los langostinos rebozados en coco y piel de lima. Y en la parte de carnes encontraréis por ejemplo las brochetas de pollo con salsa indonesa, el pato laqueado, o las costillas de cerdo maceradas en miel, limón y soja. ¿Ves como hay que repetir para probarlo todo?
Como postre para finalizar una comida perfecta os recomiendo el black sticky rice pudding, que es un arroz negro glutinoso con leche de coco y mango. Es meloso, suave, aromático… Jordi nos confesó que era su postre preferido pero que a la gente a veces le echa para atrás que el arroz sea negro, «piensan que es arroz con tinta de calamar, pero es un arroz de color negro de forma natural». A nosotros nos encantó y pensamos repetir la próxima vez.
Una cena con cuatro platos y un postre suele rondar los 25 euros/persona, un buen precio para las cantidades y la elaboración de los platos, sobre todo porque es una comida diferente. Es un sitio agradable a pesar del bullicio y de que está siempre lleno, por eso es mejor reservar.
Ya he estado en Momo! He tenido la misma impresión sobre el pollo con sésamo; pedí sin mucha confianza y ha sido uno de mis preferidos!
creo que el único plato que no me gustó mucho ha sido un arroz con gambas dentro de un coco. Estaba demasiado dulce para un plato salado hehe.
Muy buena recomendación!
beijinhos!
Gracias por el comentario, Paula! El arroz con coco nunca lo he pedido, pero sí hay otro arroz con gambas que está delicioso 🙂
Un abrazo!
Uno de nuestros restaurantes preferidos de Gracia. Vamos frecuentemente, y siempre nos sorprenden con un plato nuevo fuera de carta que nos encanta. De la carta, son imprescindibles el tartar de salmón y el curry de pollo.
Gracias por vuestra recomendación! EL curry de pollo no lo hemos probado así que, apuntado queda! 🙂