El arte de la escultura puede llegar hasta límites insospechados en el mundo de la comida. Seguro que has visto el tallado en frutas como las sandías o los dibujos en la espuma del café, pero hasta una insignificante galleta puede convertirse en algo precioso si aterriza en las manos de un artista. Eso ocurrió con estas galletas Oreo. 
A Judith Klausner se le ocurrió que el relleno de las galletas Oreo era un buen lienzo donde plasmar su talento y lo convirtió en originales e increíbles camafeos. Ha dominado el arte de esculpir sobre esta crema frágil y quebradiza, utilizando palillos, alfileres y otras herramientas diminutas. Pero no se detuvo ahí sino que pensó en utilizar la tecnología 3D para que esta «impresión» fuese accesible al público en general.
Gracias a ella se pueden reproducir las obras de arte que Judith realiza a mano y puede ofrecer estas «impresiones» de copias de los originales, que permiten vender sus obras a un precio más asequible sin afectar al valor de las piezas originales creadas por el artista. «Las nuevas tecnologías están ofreciendo oportunidades para los escultores que se expanden en el mundo de las impresiones«, comenta.
Para la impresión en 3D de las galletas Oreo, Klausner utiliza Shapeways, una marca de impresión 3D que imprime las galletas con una textura arenosa muy similar a las oreo y por otra parte, imprime la crema. Después ambas partes son ensambladas a mano por ella misma. El detalle al que llegan las impresiones 3D es increíble, son réplicas casi exactas del original.
Klausner vende sus galletas Oreo impresas en 3D de edición limitada a 85 dólares, o también su versión en acero inoxidable por 195 dólares. Sus manos han esculpido una enorme cantidad de galletas que forman parte de una colección de arte llamado «From Scratch.»
Se ha presentado en diversos museos, galerías y publicaciones de todo el mundo. Si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos en las redes sociales. ¡Gracias!
