He conocido muchos tipos de panaderías, pero nunca una panadería donde poder quedarse a dormir. Imagínate la situación: despertar con ese olor a pan recién hecho, bajar las escaleras, sentarte a la mesa y disfrutar de un café mezclado con el aroma de un brioche que acaba de salir del horno.
Es lo que debe sentir alguien que se aloje en el Hotel Praktik Bakery (Barcelona), un alojamiento fuera de lo habitual que integra una panadería dentro del propio hotel, y no una cualquiera sino Baluard, una de las mejores panaderías de Barcelona.
La idea surgió de concebir un hotel temático que ofreciera a los clientes no sólo la estancia en un bonito edificio de Barcelona sino también el hecho de vivir una experiencia para los sentidos. La panadería Baluard abría así su segundo local en Barcelona, manteniendo su primera panadería en la Barceloneta, donde sigue causando colas de espera para comprar su delicioso pan.
Hotel y panadería se integran a la perfección en un mismo espacio. El check in se realiza al final del mostrador donde se exponen deliciosos panes y bollería, así que se hace difícil no subir a la habitación sin llevarse unos cuantos croissants.
El acceso a las habitaciones se encuentra en los ascensores también situados en el interior de la panadería… Menos mal que nunca me he alojado aquí, ¡no sería capaz de salir y entrar del hotel sin comprar algún bollo o pedazo de pan!
Pero además de comprarlo podemos ver de cerca cómo se elabora el pan gracias a las grandes cristaleras del obrador, donde los panaderos trabajan artesanalmente la masa y hornean el pan en horno de leña sobre una fina alfombra de harina que cubre el suelo.
Dependiendo de la hora a la que vayas, más vale ir cargado con un saco de paciencia. El primer día que fui a desayunar al Baluard Hotel Practik Bakery tuve que esperar una buena cola para comprar el pan, pero ese tiempo puedes dedicarlo a elegir qué te quieres llevar, porque el surtido es enorme: pan de pagés, pan de frutos secos, pan de leche, pan de centeno, pan de molde integral, pan de espelta… un poco más caros que los de una panadería habitual, pero créeme que en este caso merece la pena.
Su propietaria, Anna Bellsolá es hija, nieta y bisnieta de panaderos, así que algo debe saber, ¿no? ¡Sólo debéis comprar su pan para comprobarlo! Si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos en las redes sociales. ¡Gracias!
Mi panadería preferida de largo. Mi pan preferido es el Barceloneta bien tostado y los croissants de almendras y chocolate. Que puedas consumir en el mismo hall del hotel en sus sofás es todo un placer.
Desde luego! Es un lujo con el acogedor local que tienen 🙂