El 2014 fue el año de los cupcakes, del brunch, de la sofisticación del gintonic, del pan con masa madre… Hemos aprendido a valorar aún más los productos de proximidad, pero también a incorporar costumbres culinarias de otros lugares del mundo, ¿quién nos iba a decir si no que acompañaríamos un desayuno de domingo con un bellini? ¿O que una simple hamburguesa podría convertirse en un plato de lo más sofisticado?
¿Qué nos depara el 2015 gastronómicamente hablando? En este post nos aventuramos con nuestras propias predicciones…
Slow food y restaurantes km 0
Esta tendencia que se consolidó en 2014 apuesta por los productos de proximidad, procedentes de granjas cercanas y favorece la venta directa del pequeño productor al cliente y al restaurante. Productos con más sabor que huyen de lo industrial y apuestan por producción a menor escala para paladares que sepan apreciar la calidad.
Las albóndigas
Desde EEUU nos llega esta última moda gastronómica. Es el momento de las albóndigas y los restaurantes de Nueva York especializados en este plato están arransando incorporándolas en sus menús.
De carne de cerdo, de sepia, de rape, de verduras, albóndigas con carne picada y queso, etc. Su versatilidad es incuestionable y eso les da un atractivo tremendo. ¿Será el plato estrella de 2015?
Recorrer kilómetros para encontrar tesoros gastronómicos
El turismo siempre ha estado ligado con la gastronomía y ahora todavía más. Los foodies, amantes de la buena comida, elegirán destino de viaje en busca de restaurantes temáticos, rutas gastronómicas y en definitiva, nuevas experiencias.
Restaurantes recónditos, perdidos en plena naturaleza seguirán atrayendo los paladares más exigentes. Porque hay lugares por los que merece la pena recorrer kilómetros…
Food trucks y street food
Los puestos de comida callejera y los food trucks (vehículos itinerantes que venden comida) son algo muy extendido en Europa, EEUU y parte de Asia, pero en España la legislación lo ha puesto difícil.
A pesar de que sólo vemos puestos de comida callejera en ferias o mercadillos, los food trucks están cada vez más presentes en todo tipo de celebraciones e incluso han creado eventos propios. Dos ejemplos son el EatStreet de Barcelona o el Street Food Madrid, eventos en donde la comida callejera y los food trucks abren a la calle su talento gastronómico.
Los restaurantes pop-up
Restaurantes de quita y pon, que aparecen y desaparecen, eso son los restaurantes pop-up. En ellos todo puede ser efímero, desde el equipo de cocina hasta el menú y el tipo de comida. Es un nuevo concepto gastronómico que busca dar a conocer nuevos talentos deslocalizando sus restaurantes.
Ofrecen una experiencia exclusiva, porque a veces estos restaurantes pop-up están reservados a grupos muy reducidos, que incluso comparten comida en una gran mesa común.
Un ejemplo es el restaurante pop-up The Table by, en Madrid, donde todo se renueva cada mes. Optaron por un concepto gastronómico con fecha de caducidad: cada mes, un chef se encarga de gestionar el restaurante, cambiando los platos, la filosofía y el equipo por un periodo de entre 3 y 4 semanas. Hasta se cambia la decoración del restaurante.
En Barcelona existe por ejemplo We Pop! un restaurante pop-up que aparece durante un día, una semana o un mes en un sitio inesperado y luego desaparece.
Cenar en casa del chef
Si te gusta cocinar para otros y comer en buena compañía ¿por qué no montar un restaurante en tu propio salón? Sin duda una de las tendencias gastronómicas de 2015 será cenar en la casa del chef, algo que podrás hacer gracias a webs como EatWith o Feastly.
En ellas personas particulares te abren las puertas de su casa y se encargan de preparar la cena a los comensales que quieran disfrutarla.
Gente de todas las edades acude a estas comidas donde se suelen mezclar turistas con gente local y por un módico precio puedes disfrutar de una estupenda cena en buena compañía. Ahora «comer fuera» ya no sólo significa ir de restaurante!
#Foodporn, la hashtag gastronómica por excelencia
Es la hashtag por excelencia para etiquetar en las redes sociales fotos en las que aparezcan platos deliciosos de todo tipo. Haz una foto a ese plato que te gusta, añade la hashtag y contribuye a engrosar las miles de fotos de comida que encontrarás con la etiqueta #foodporn.
Y es que la comida en cualquiera de sus versiones es una temática constante en Twitter, Facebook, Instagram o Pinterest.
Y tú… ¿Cuáles crees que serán las tendencias en gastronomía para este año? ¡Aventúrate y haz tus predicciones!
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Hola Eva,
Primero Feliz Año Nuevo y prospero!
Los foods trucks, te asombrarías como están implantados en Francia, para que te hagas una idea en mi pueblo, de 3500 habitantes, hay 3 camiones, que van turnándose por días y y por los pueblos de al lado. ¿sabes cuantos restaurantes hay? 1 que está al borde de la quiebra, hay también un snack al lado de al carretera y un café. Los restaurantes Pop-up también los conozco (moda importada de EEUU, y creada por un francés de renombre, que no recuerdo) por el tiempo de una noche (o a veces dos) un gran chef alquila y un local y propone un menú exclusivo ( a precio igual de exclusivo LOL), hay que probarlo una vez en la vida.
Lo de comer en casa del chef, ni se me había ocurrido… no se yo si abriría la puerta de mi casa a desconocidos si fuera chef.
Yo creo que los camiones van a arrasar en España, donde cada vez se vive a un ritmo más frenético y tenemos menos tiempo de comer bien. con los camiones (los hay de muy buena calidad) el problema del tiempo podemos solucionarlo y comer mejor que un bigmac.
Gracias por tu comentario Oscar, y feliz año para ti también!
Me sorprende mucho que haya tantos food trucks en Francia, no sabía que tuvieran tanto éxito!
Los restaurantes pop up no los he probado, es una de mis «asignaturas gastronómicas» pendientes para este año!
Un abrazo!
Mmmm… no sé con cuál me quedo la verdad. Lo de las albóndigas me gustaría mucho pero los food trucks me encantan también. ¡Que se cumplan todas!
Pues yo me apunto a lo de hacer km para hacer degustaciones gastronómicas, este año tenemos una visita pendiente a Barcelona, aunque no se sí al final se podrá!
Seguro que da tiempo, Roberto! 🙂